Tenía cuatro años cuando mis padres me llevaron por primera vez a un dentista, y os voy a contar mi secreto…porque me chupaba el dedo y mi paladar se estaba deformando. A partir de entonces mis visitas al dentista fueron más frecuentes de lo que a mí me gustaba…en fin, creo que eso ha sido determinante en la elección de mi profesión: Odontopediatra!!!!!!!