El motivo de que esté en desuso es que el principal mecanismo de acción del flúor sobre la prevención de la caries es tópico, es decir, a través de pasta de dientes, colutorios, geles y barnices.
Asimismo, el flúor está presente en el agua de la mayoría de las redes de abastecimiento municipales, así como en la mayoría de las aguas embotelladas y en determinados alimentos. Por ello, si administramos estos suplementos de flúor, podríamos provocar una fluorosis por sobredosificación.