El bruxismo es una disfunción de la relación de los contactos dentales que pueden afectar a niños, adolescentes y adultos, siendo su presentación de forma consciente o inconsciente.
Las causas no están claras pero parecen estar relacionadas con factores psicológicos, contactos inadecuados entre los dientes y/o factores hereditarios.
El bruxismo puede ocurrir en determinadas fases de desarrollo de la dentición, y en estos casos, podría tener un carácter temporal.
Es frecuente su aparición entre los dos y cuatro años de edad, cuando el niño entra en una fase de intensas modificaciones psicosociales.
El diagnóstico precoz es fundamental para establecer un programa de revisiones adecuado.